Sobre una saga de fotógrafos: los Ibáñez.

miércoles, 23 de junio de 2010

Loco con babuchas

Autorretrato a lo loco. Autor: Juan Ibáñez Abad. Yecla, hacia 1900. Positivo actual a partir de negativo de cristal. (Colección Vicente Ibáñez). Esta divertida imagen del fotógrafo no llama la atención por su gesto napoleónico, ni por su mirada estrábica, ni por sus barbas a punto de nieve; no destacan las babuchas caseras ni la desproporción entre cuerpo y trono, lo que impresiona es la risa.

Pero ¿de qué se ríe este hombre tan educado y tan serio?

Se ríe de sí mismo. Se ríe de las apariencias. Se ríe de la formalidad de sus retratos de juventud. Se ríe de las poses estudiadas, de aquellos perfiles tan forzados. Se ríe porque ha recibido una postal de su hermano Alejandro flotando en su globo. Se ríe con sus nietos que lo adoran. Se ríe con su hija Asunción, el vino que vende Asunción, ni es blanco, ni es tinto, ni tiene color. Se ríe porque la vida es una maravillosa locura que ya no lamenta.

Tampoco lo lamentaba aquel ciudadano de Argos que había estado loco y se había pasado todos los días sentado solo en el teatro riendo, palmoteando, divirtiéndose, porque creía contemplar admirables tragedias, aunque de hecho no se representaba nada. Todo ello, al tiempo que se conducía correctamente en los deberes de la vida y era “agradable a los amigos, complaciente con la mujer, indulgente con los siervos y no se encolerizaba porque le destapasen una botella”. (Erasmo de Rotterdam, Elogio de la Locura).


jueves, 17 de junio de 2010

La muñeca rosa

Vicente, Asunción y la muñeca rosa. Autor: Juan Ibáñez Abad. Membrete: J. Ibáñez Abad. Yecla. Hacia 1894. (Colección Vicente Ibáñez).

Juan retrata a sus pequeños. Vicente Ibáñez Navarro (1886) y Asunción Ibáñez Martínez (1891). Pueden tener ocho y tres respectivamente. Al revelar el cristal los nota demasiado serios y decide arreglarlo con un poco de color. Un toque azul, otro rosa..., y carmín para los labios. Bueno, ya está mejor. Estos son mis hijos: se apoyan en la misma raíz, en el mismo tronco. Pero la Asun posa igual que su muñeca..., vaya.

–Mi China nunca se ha hecho fotos –dice en voz baja la niña. Y su hermano responde:

–No te preocupes, todo va a salir bien.


lunes, 7 de junio de 2010

Enmienda 2

Beatriz ha encontrado la siguiente información sobre Gabriel, o sobre el Fotico, o sobre Echaide: Gabriel Ibáñez Martínez fue enterrado el día 16 de septiembre de 1932, a la edad de 51 años. Así pues tachamos y enmendamos y de golpe alargamos un año la vida de Gabriel y del Fotico y de Echaide.


Autorretrato de Gabriel Ibáñez Martínez (1881-1932). Hacia 1925. Membrete: G. Ibáñez. Hellín. (Colección Gabriel Ibáñez Fondevilla).

Beatriz nos regala píldoras de asombro. Su bata blanca la protege de los parásitos. Vino desde la tierra del olmo para derrotar al caos y al ácaro. En su cabeza se atan los cabos de todo un pueblo. Dicen que es archivera, pero ella descubrió puertas de azafrán en el antiguo mercado y liberó pliegos emparedados por asesinos de manuscritos. Tras las rejas hay voces intentando gritar, rostros chapoteando en el tiempo. Su bata blanca la protege de los parásitos.

(Beatriz Esteban Muñecas es la responsable del Archivo Municipal de Hellín. Estos rostros en el tiempo también son suyos).