Rosario Fuentes Lorenzo.
Autor: Alejandro Ibáñez Abad. Hellín, hacia 1895. Membrete:
Alejandro Ibáñez. Fotógrafo y Pintor. Dorso: Ídem.
(Colección Antonio Olivares).
Si quieres contentar a
todo el mundo, debes callarte y no escribir y no contar. Pero a este
pensamiento conservador y mudo se opone otro, propio de quienes
mantienen activa su capacidad de asombro: no se ama lo que se
desconoce. Por eso, para celebrar esta rara felicidad que da el
conocimiento de algunas cosas, vamos a reabrir este blog con la
historia de las niñas meonas de Hellín.
Imagina un orinal tan
elevado que a los mayores no deje agacharse y a los niños les haga
zarandear sus patillas. Estos altos bacines (ideales para un poema de
Larkin) solo se encontraban en las casas de las familias más
pudientes. Y Rosarito y sus hermanos vivían en uno de estos
afortunados hogares de la céntrica calle Tambores. A los 12 años se
les murió un hermano que se llamaba Santiago como el padre, así que
solo quedaron las hermanas, encumbradas en sus tronos antes de
acostarse. Cuando llegaba la hora, pedían a gritos la chistera y ahí
que trepaban para alimentar esa boca de cerámica y loza fina. Si
alguna visita las veía sobre aquellos depósitos prominentes,
enseguida se imaginaba que era cuestión de necesidad, más que de
comodidad, y de esta manera empezó a nombrarlas el pueblo las
niñas meonas.
Partida de matrimonio de
los padres de Rosario:
Iglesia de la Asunción,
Hellín. 15/09/1886.
Santiago Fuentes Álvarez
(32 años, comerciante, natural de Villar Gordo, vecino de Madrid),
con Josefa Lorenzo Rubio (25 años, natural de Hellín, hija de
Alonso y Cándida).
¿Que dónde están los
dos bacines?, uno cría un hermoso melocotonero, el otro se ha
reciclado como paragüero. Por un truco de Alejandro Ibáñez Abad
hoy conocemos esta historia urinaria, el truco de la Fotografía.
[Si quieres conocer más
sobre la saga Ibáñez: 26 de octubre de 2012, a partir de las 10.00
horas, en el marco del V Encuentro de Historia de la Fotografía en
Castilla-La Mancha, Salón de Actos del Centro Cultural de la
Asunción, Calle de las Monjas s/n, Abacete].
Gracias a don Luis Brag,
inmenso conocedor y narrador de la intrahistoria de Hellín; a
Antonio Olivares, por su generosidad; y a Beatriz por atarlo todo con
un aforismo.
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