Sobre una saga de fotógrafos: los Ibáñez.

domingo, 19 de junio de 2011

Barcos y fruta


Pailebotes en el Puerto de Gandía. Autor: Juan Ibáñez Aznar. Gandía, 1947. (Archivo Municipal de Gandía. Imagen 1249/32).

Juan Ibáñez Molina cerró su estudio de la calle Mayor de Gandía en 1996, se jubilaba tras toda una vida dedicada a la fotografía. Ese mismo año clausuraba su primo Vicente el afamado gabinete de Gran Vía, 74 de Madrid. –Vicente era un genio –nos repite emocionado.

Juan nos invita a una paella en el restaurante de la Piscina, desde donde contemplamos el espectáculo bucólico de las montañas. Luego nos lleva a la playa y al puerto, allí están los hangares que tantas veces habíamos visto fotografiados. Se ríe contando las historias de su abuelo. Recordemos que Juan Ibáñez Molina es hijo de Juan Ibáñez Aznar, nieto de Juan Ibáñez Navarro, biznieto de Juan Ibáñez Abad, y tataranieto de Juan Antonio Ibáñez Martínez, ya pertenece por lo tanto a la quinta generación de fotógrafos profesionales.

Esto es lo que me comentó Juan sobre la foto de los pailebotes abarloados: uno de los gestores de las aduanas del puerto de Gandía encargó a mi padre esas fotos, porque el puerto presentaba una aglomeración inusual aquellos días. Esta acumulación se debía a la exportación de naranja. Las barcazas realizaban una navegación de cabotaje a lo largo de la costa para cargar la fruta. Así que el autor de la serie es mi padre, Juan Ibáñez Aznar, y aunque yo sólo tenía diez o doce años, lo acompañaba. Recuerdo que el día que fuimos a hacer las fotos al puerto era un sábado por la tarde, porque yo estudié en el colegio de las Escuelas Pías, entre 1946-50, y sólo tenías libres las tardes de los sábados para ayudar a mi padre. Subimos al balcón de la torre, desde allí había una buena vista del puerto y de su ajetreo. También hicimos unas cuantas desde una barquita, y tuvimos que repetirlas muchas veces por culpa del movimiento. Mi padre entregó el trabajo al señor que se lo había encargado y éste quedó muy satisfecho. Los negativos estuvieron por el estudio mucho tiempo, eran placas de cristal de 18 x 24.

En la lujosa y documentadísima Historia del Puerto de Gandía, de Fernando Giménez Cervera, editada por el CEIC Alfons el Vell y por el Departamento de Promoción Económica del Ayuntamiento de Gandía, esta foto de los pailebotes aparece nada más y nada menos que en la cubierta del libro. Otras de la misma serie ilustran el interior. Resulta extraño que no se cite en ningún momento la autoría de Ibáñez, ni siquiera cuando se puede distinguir el característico logotipo. Valgan entonces estas líneas como remiendo del olvido o como fe de erratas.


Juan Ibáñez Molina con su Linhof Technika de 1954, en su casa de Gandía. Autora: Ana Santos Payán, 2011.

Agradezco al Archivo Municipal de Gandía su colaboración. A Juan Ibáñez Molina su tiempo, su cariño y la paella.


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