Sobre una saga de fotógrafos: los Ibáñez.

sábado, 24 de julio de 2010

Tributo 2: una mujer dura


Una mujer dura. Autor: Pascual Ibáñez Navarro. Membrete: Pascual Ibáñez. Corredera, 62. Yecla. Hacia 1905. (Colección Vidal-Martínez).

Desde Hellín recibimos esta magnífica pieza gracias a dos sagaces coleccionistas, Francisco Vidal y Carmen Martínez. La imagen muestra a una mujer desconocida para nosotros. El marco de cartón, verde con motivos vegetales, es idéntico al publicado en la entrada anterior. Pascual Ibáñez, era sobrino de Alejandro Ibáñez Abad y no sería raro que yeclanos y hellineros se hubieran puesto de acuerdo a la hora de comprar o compartir materiales. Si el anterior grupo lo fechábamos en torno a 1905 por la supuesta edad de Laureana, este retrato podría admitir una datación similar debido a la identidad de formatos. Lo curioso es que en Yecla hayan aparecido imágenes de Hellín (como ocurrió en casa de María Martínez del Portal), y que ahora en Hellín emerja al cabo de un siglo esta yeclana. Lazos misteriosos entre estas dos poblaciones disuelven fronteras administrativas.

Pascual Ibáñez Navarro (1878-1925) es el quinto hijo de Juan Ibáñez Abad y Margarita Navarro, sí, la exuberante Margarita. Con respecto a sus hermanos fotógrafos estas son las diferencias de edad: siete años menor que Juan, cinco años menor que Luis, aquel que provocaba memorables accidentes de caza, dos años menor que Saleta, y ocho años mayor que Vicente. Pascual nació el último día de 1878, de ahí que su nombre completo fuese el pleonástico Jesús Pascual Silvestre. (Gracias a la partida de bautismo también sabemos que su madre tenía un hermano llamado Pascual y que fue su padrino). Tuvo dos hijos, Pascual Ibáñez Ibáñez que continuó con la tradición repostera de los “libritos” iniciada a principios del siglo XIX, y Juan Ibáñez Ibáñez, que fue secretario del Ayuntamiento de Yecla. Hija de Juan y nieta de Pascual Ibáñez Navarro es la incombustible Teresa Losada que, junto a sus hijos, dejó una profunda huella en estos detectives salvajes. En la época en que Pascual hizo este retrato, los Ibáñez regentaban al menos tres estudios en Yecla de forma simultánea: Juan, el padre, en Niño, 52; Luis en San Pascual, 23; y Pascual en Corredera, 62.

Creo que Pascual tenía un don como el de su primo Gabriel para captar gestos íntimos. Esta desconocida, anónima hasta ahora, cuyo rostro ha viajado de Yecla a Ilunum, y cuyo rastro se ha perdido, se revela como mujer valiente que mira duro y afronta. No expresa dulzura, pero tampoco duda. Vivió ayudando a los demás y no titubeó. No sabía quejarse. Yo propondría nombre para ella..., pero tal vez alguien la conozca, tal vez alguno de sus nietos haya visto esos ojos de hierro y campo. Ojalá cambiemos pronto el título de esta fotografía.

(Beatriz, gracias).

Próximamente: conexión Hellín–Cuernavaca (México).


1 comentario:

  1. Hace años borré Yécora de mi memoria. Se empeña en volver ¿habrá algo misterioso en este eterno retorno?

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