Sobre una saga de fotógrafos: los Ibáñez.

viernes, 1 de octubre de 2010

Cuna y piedra


¡Miá que casarse! Autor: Gabriel Ibáñez Martínez, el Fotico. Hellín, hacia 1920. Tarjeta postal. Representación infantil de la zarzuela Chicharra. Conocemos los nombres del primer niño por la izquierda, Juan Sánchez, el Braguillas, y de la última niña de la derecha, Aurelia Catalán. (Archivo Luis Sánchez López, el Braguillas).

Primero la gorra de marinero de Juan o Braguillas o Chicharra: esa gorra es la misma, sí, idéntica a la que luce el desconocido joven de la cabecera de este blog. El niño chicharra la viste con más gracia, aunque al joven tampoco le queda mal. En ambas secuencias hay cinco figuras, hay también 15 años de diferencia entre una y otra, la primera de Alejandro, la segunda de su hijo Gabriel, pero el atrezzo ha permanecido, esa gorra de acorazado potemkin.

Segundo la interpretación de estos niños hellineros: supera la zarzuela de ambiente andaluz para convertirse en un homenaje surrealista a la locura de amor. Por ahí respiran Jardiel, Mihura, Buñuel, Godot, Gila y el Cuerda de Amanece que no es poco. La tía Reposo insta a la niña Dolo (Aurelia Catalán) a que elija entre sus dos pretendientes: Chicharra (Juan Sánchez, Braguillas), una especie de buen salvaje, o Juan Miguel, el elegante hacendado (ese niño de mano en pecho y muñeco inquieto). Aquel que desee saber a quién elige Dolo o Aurelia tendrá que leer el argumento de Chicharra, zarzuela en un acto y en prosa, de Sebastián Alonso, que se estrenó el 3 de febrero de 1904 en el Teatro de la Zarzuela. (En la página 4 de El arte del teatro de 15 de julio de 1908 hay un resumen y aparece una escena similar).

Aurelia o Dolo o María Dolores, a punto de abandonar la infancia, a punto de salir de la cuna que aún la protege, expresa un fastidio de mal de ojo, ¿por qué tengo que elegir?, ¿por qué tengo que casarme? La piedra aguanta la cuna. El rosario de nena buena anulado por las trenzas de Pocahontas.

Juan o Chicharra o Braguillas, a punto de apedrear a alguien porque se llevan a su compañera de juegos, a su amiga de toda la vida, a punto de cantar una saeta o llamar a las cabras, ¿por qué no has echao de comer a la vaca? Su madre se llamaba Amor y, a pesar de su aspecto incalificable, eso es lo que a él le sobraba: amor.

Esta fotografía se tomó en la casa estudio de Alejandro y Gabriel, en el actual nº 6 de Francisco Silvela (Hellín). Imagino a los niños saliendo de la sesión entre risas y bromas y cantando esa copla que decía:

Desengáñate Braguillas

que no sabes andar bien

y si acaso pa ranchero

servirás en el cuartel.


Luego cuando estaban solos, Chicharra y Dolo hablaban en confianza.

–¿Tú te vas a casar de mayor? – le preguntaba ella arreglándose las trenzas.

–Vamos. ¡Por via e la pena negra! ¡Miá que casarme!

–¿Y qué vas a hacer?

–Zurrir.


Dedicado a Marisa González y a Luis Sánchez.


4 comentarios:

  1. ¿No hay datos acerca de los otros niños que aparecen en la escena o de quién dirigió la obra?

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  2. Abu, no sabemos quiénes son los otros dos niños, los que están en el centro, a lo mejor alguien en Hellín pueda reconocerlos; en cuanto al director, seguramente fue Alejandro Tomás aún veinteañero ayudado por su tío Gabriel. Tal vez la montaron entre los dos: al Fotico le gustaba mucho el teatro.

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  3. Y Catita, no podría saber quien es alguno, aunque estos niños fueran mucho mayores que ella.

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  4. Gracias por la idea Belén, se lo preguntaremos...

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